La Transformación Digital debe producirse en todos los ámbitos de la Administración

Francisco Carbonell Acera, Account manager Sector Público, ForcePoint

En esta situación de incremento de demanda, que se ha visto acompañada de la necesidad de disponer de mecanismos de trabajo remoto no previstos para empleados públicos, los servicios y departamentos de TI de los distintos organismos públicos se han visto desbordados y han tenido que adaptar sus arquitecturas, con los medios disponibles en cada momento, para garantizar la continuidad de los servicios públicos digitales.

Las Administraciones Públicas han desarrollado, en mayor o menor medida, durante los últimos años importante procesos de transformación, procesos que han redundado en eficiencia y en mejoras en la forma en la que los ciudadanos se relacionan con la Administración. Sin embargo, tras la situación vivida se pueden sacar varias conclusiones:

 

-     La importancia y criticidad de los servicios públicos deriva en la necesidad de disponer de más y mejores servicios digitales, que no sólo simplifiquen los trámites y la relación de los ciudadanos con la administración, sino que vayan más allá y aprovechen la “nueva” capacitación digital de la población. Adicionalmente, la Administración debe velar accesibilidad a estos servicios, su adopción, su penetración y su mejora continua.

-     La Transformación Digital debe producirse en todos los ámbitos de la Administración y debe ser tractora para la transformación interna de procesos, modelos de trabajo, colaboración, sinergias y compartición de información entre Administraciones.

-     El valor de la información es vital en esta transformación de cara a la definición de nuevos modelos de servicios. Es fundamental protegerla, en este punto, la Transformación Digital no tiene sentido sin seguridad.

 

Afortunadamente, nos encontramos en un momento en el que diversas vías de financiación van a redundar en un impulso hacia la digitalización de las Administraciones Públicas y bien dirigidas pueden llevar a la Administración a un siguiente nivel. Para lograr este objetivo, no se dispone una fórmula secreta, pero existen distintos factores claves de éxito. La formación y capacitación en los nuevos servicios digitales tanto a empleados públicos como ciudadanos será clave para la adopción y penetración de estos servicios, lo que redundará en información y métricas que permitirán evolucionarlos y mejorarlos con el tiempo. Será necesario habilitar mecanismos de teletrabajo/trabajo flexible que permitan maximizar la productividad de los empleados de la Administración proporcionando a su vez todos los mecanismos necesarios de seguridad y protección de usuarios, servicios e información corporativa. La flexibilidad y adaptabilidad de la tecnología que sustente estos nuevos servicios digitales será fundamental, en la medida que debe permitir acompasar la capacidad con la demanda, así como ofrecer mecanismos de provisión flexibles y escalables. En este punto, las plataformas y servicios en cloud pública serán determinantes. Finalmente, el valor de la tecnología y los servicios profesionales ofrecidos por empresas con capacitación suficiente para abordar proyectos complejos e innovadores será igualmente fundamental, siendo clave que los mecanismos de contratación de la Administración estén alineados con esta búsqueda de valor y respuesta a las necesidades más que a un mero ahorro de costes.

En la medida en que estas nuevas vías de financiación se reciban, se deberían percibir efectos en la digitalización de la Administración a corto, medio y largo plazo. La tecnología y servicios elegidos deben aportar valor en estos tres periodos y deben ser capaces de acompañar a la Administración es su nuevo proceso de transformación digital.

 

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